13 de agosto de 2008

Un poema a dos voces... Enero 2007

Hoy tengo ganas de un sexo largo, despacio, casi inmóvil, casi eterno, casi en silencio...
En tinieblas, solo susurros, solo miradas...
En un campo, en un lago, un solo palpitar...
Con el suspiro de los arboles, una chimenea, velas...
Solo siluetas en la pared, dos copas de vino...
Sin palabras, solo miradas tenues...
Miradas, solo miradas buscando el beso perfecto, como si todo fuera parte del destino, infinito y único...
Dejándose llevar sin futuro...
Dejándose llevar sin final, sin temor...
Gotas de sudor, besos de miel, al mismo palpitar
Mis labios en tu cintura, ser uno solo
Tus dientes en mi espalda, tu respiro se vuelve el mio, todo al mismo tiempo
Tus manos en mi cadera agarrándome fuerte sintiendo que soy tuya en ese momento...
Tus dedos en mis labios
Tu lengua en mi espalda, sin fin, sin horizonte, sin miedo a nada, solo dejándonos llevar...
Con el silencio de la noche, con el susurro del viento, perdiéndonos en ese silencio, volviéndonos recuerdo, sin tiempo ni espacio, una sonrisa, una mirada que se extiende por el cuerpo...
Una caricia, mil besos como un escalofrío...
La sangra hierve, los vellos se erizan, los músculos contraídos, las venas hinchadas, el corazón en los labios y el climax eterno...
Con un grito frío y una sonrisa que se extiende por todo el cuerpo...
Un gemido ensordecedor, ese instante único donde se toca el cielo...

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